Una capa tan pequeña que es casi invisible al ojo humano se adhiere a los dispositivos como smartphones para protegerlos contra el agua, aunque puede tener problemas cuando el dispositivo está dentro del agua, sí se pueden sumergir y sacarlo sin que deje de funcionar.
Esto es posible gracias a la nanotecnología que Liquipel utiliza para crear una capa compacta, incluso es menos gruesa que un cabello humano.